Cuando en nuestra modesta congregación creímos que la pérgola con cubierta instalada en la calle Nueva iba a permitir que las bandas de trompetas y tambores de esta ciudad tuvieran un sitio donde ensayar con lluvia, viento, niebla o nieve, va el Ayuntamiento y la desmonta.
¡Con lo que animaría el comercio de esa calle que, como los villancicos navideños que vomitaban los altavoces de otros años, todas las tardes-noches del año el musical y armonioso testimonio de la Semana Santa amenizara las compras! Sobre todo, ahora que la calle entera se va a destinar a mayor honra y gloria de sus tiendas.
Felices Fiestas
martes
Nuestro gozo en un pozo
Publicado por Fr. B. Tapatensis en martes, diciembre 21, 2010
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